Septimo día, visita a la tumba de un emperador.

Hoy hemos llegado a tiempo a la excursión y afortunadamente no nos ha tocado cantar, ya veremos mañana.
Por la mañana hemos ido a ver la tumba de un antiguo emperador y luego hemos visitado unos jardines. Por la tarde teníamos pensado ir de compras con otras parejas pero Lucía se ha echado una siesta de campeonato y se ha levantado con dolor de encías, se ha puesto a llorar como una condenada y nos hemos asustado un poquito, así que me he ido a la farmacia y nos hemos quedado por la tarde en el hotel.
Lo de ir a comprar a la farmacia ha sido toda una odisea, primero bajo a la recepción del hotel y le digo a uno de la recepción en ingles que me escriba en chino: baby-11 meses-dolor de dientes. Me voy para la farmacia y me encuentro a dos chavalas que no hablan ingles y cuando les doy el papel tampoco lo entienden muy bien. Me dan un medicamento que aparece una muela en la portada pero yo me mosqueo que sea para bebes, a la vuelta vuelvo a preguntar a la recepcionista si esto es para bebes, pone cara de extrañada y luego me dice que sí. Total que no me lo creo, no le doy la medicina a mi hija y he perdido 45 minutos de mi tiempo.

Los temas de las comidas no lo estamos llevando mal, a veces comemos y cenamos en el hotel ya que hay 5 restaurantes, uno de ellos de comida occidental y otro italiano. A los restaurantes chinos no estamos yendo mucho, no por ninguna razón en especial sino por que con la niña es mucho más cómodo comer en el hotel. Bueno también hay que decirlo, porque apenas he visto un perro y un gato en la semana que llevamos aquí.